Tuve un episodio con Felicia
esta semana, Feli es mi perra mas grande, mi primera hija, la que me enseño el
camino, la que me iluminó.
El lunes no se podía levantar,
sus cansadas articulaciones que ya cargan 15 años y medio no le permitían
mantenerse de pie. Llamamos a la veterinaria quien después de revisarla le dio
una medicación, la humedad de esta pampa húmeda le jugó una mala pasada.
El remedio le hizo bien, y
pronto volvió a caminar, le hicieron análisis clínicos y su estado general es
similar al de un perro sano de 2 años, pero Feli ya tiene 13 y medio más…
Ahora descansa junto a mi, se
durmió mientras le daba unas caricias.
Feli me está avisando que pronto
se irá, me está ayudando a ser fuerte cuando llegue el momento, sabe que no la
quiero ver sufrir, y sin expresar sufrimiento me muestra que su cuerpo se va
apagando.
Yo la acompaño, le doy todo lo
que puedo, le hago saber que se puede ir en paz, que no me debe nada, que me ha
dado todo, espero haber sido tan bueno con ella, como ella lo es conmigo.
Espero que sepa que nunca la voy
a olvidar, que esta angustia que ya siento es por ella, pero que la lea como la
liberación de emociones que fluyen en estas lagrimas en las que viajan todas
las imágenes de nuestras vidas desde que llegó chiquita a mis brazos con forma
de bebe perro.
Nunca va a haber otra como vos,
porque lo que vivimos lo vivimos juntos, en un tiempo y un espacio que no
volverán.
Vendrán otros tiempos, pero no
serán los mismos, porque en mi mirada, en las arrugas de mi piel, en las canas
de mi cabeza estará tu mirada, Felicia, estará tu ternura, tu inteligencia, tu
amor.
Estará, como está ahora también
mi viejo, que después de tanto tiempo volvió a sentir amor por un perro cuando
llegaste vos.
Te quiero mucho compañera,
siempre serás la primera.
La primera para mi sos vos.
Ale Flores
17 de Junio de 2017
La Merecida
Galería
En paz
Con Feli en mi mano izquierda.
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