Termino otra libreta en el
inicio de un invierno, escribo pisando un colchón de hojas secas que dejo el
otoño y pienso que esta libreta es una hoja mas del árbol que yo soy.
Cada hoja que llega a la tierra
dejara en ella sus nutrientes, como cada libreta que dejo contiene en sus
páginas lo que vine a dejar.
Hoy me di cuenta que no pienso
en mi, que pienso en nosotros, nosotros como familia cuando pienso en algo para
mi hogar, nosotros como sociedad, cuando pienso en algo vinculado a la
política, nosotros como raza, cuando pienso algo relacionado con la humanidad.
Eso me llevo a pensar que tal vez debería ocuparme más de mi, de mis objetivos
como hombre, de mis ambiciones personales, y vino a mi mente un deseo que tuve
hace mas de 10 años, cuando mi situación económica era muy precaria, en ese
entonces pedí tener para ayudar, ayudar a otros que estuviesen atravesando
situaciones como las que yo viví, y hoy que puedo ayudar me reconforta saber
que estoy cumpliendo con ese objetivo, que honro mi compromiso con Dios, que me
da lo suficiente para vivir bien y poder ayudar.
Si fuera egoísta no daría nada,
cobraría por mis textos y vendería lo que puedo regalar, pero de ese modo no
sería yo, y estaría traicionando a ese que alguna vez se comprometió con la
luz.
Gracias a la gracias por
permitirme pensar en nosotros más que en mi.
Gracias a Dios por permitirme
ser.
Ale Flores
24 de Junio de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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