Anoche me trajiste tu zapatilla,
me la diste y te apoyaste en mi. Te pregunte si lo que querías era que te las
calzara, y con tu cabeza me dijiste sí.
Te estiraste buscando subir a mi
pierna, y sobre ella te senté, te puse primero las medias, vos mirabas
atentamente lo que pasaba en tus pies.
Luego coloque tus zapatillas, y
ya pediste bajar, no conseguí que me regales un beso, tampoco pudiste evitar
los míos, que en tu cachete suave, te pude dar.
Desde mi teléfono le conté la
experiencia a tu padre que estaba en Hungría, a punto de irse a dormir, y hoy
te la dejo escrita, ya que fue esa la primera vez que intercambiamos algo con
una lógica, bajo una necesidad concreta como era para vos tener tus zapatillas
puestas.
Fue un dialogo sin palabras en
el que nos entendimos perfectamente, muchas veces habíamos jugado y reído a
carcajadas, pero esta vez nos comunicamos desde un pedido concreto, que pude
satisfacer.
Puedo ver tu crecimiento, a 4
meses de cumplir 2 años.
Para Sofia.
Ale Flores
27 de Mayo de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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