Los robles cambiaron el color de
sus hojas, uno se pone rojo, el otro amarillo, cada otoño se repite este
espectáculo en mi jardín, y los atravieso caminando por el suelo tapizado por
sus hojas, que se van uniendo a la tierra de la que nacen, la cual nutren
convirtiéndose en abono para sus raíces.
Los arboles quedaran pelados,
parecerán muertos cuando llegue el invierno, pero tras los meses más fríos del
año sus brotes volverán a llenar sus ramas, como un triunfo de la vida sobre la
muerte.
Cuando esto sucede los abrazo,
los beso, les doy gracias por seguir aquí en nuestra casa, en nuestro jardín,
los amo, y sé que lo saben. Me aman, y yo también lo sé.
Ale Flores
7 de Mayo de 2017
La Merecida
Galería
No hay comentarios:
Publicar un comentario