Tener fe no solamente implica
hacer que las cosas sucedan según nuestra voluntad, tener fe también implica
aceptar las cosas como son, creer en la voluntad de Dios y aceptarla, por más
que no la comprendamos, por más que creamos no merecerla.
Hay cosas que deben suceder y
van más allá de nuestra comprensión, de nuestros deseos, de nuestra fe. ¿Cómo
podríamos hacer para correr los limites de nuestra fe si no los vivienciamos en
actos reales, en actos en los que nuestra fe sea un acto de fe?
Muchas veces consumimos energías
tratando de lograr cuestiones que solo satisfacen a nuestro ego, cosas
pasajeras, mundanas, y la fe trasciende las fronteras mundanas y las del ego.
La fe esta en el desapego.
La fe está en la entrega.
La fe es del ser.
Ale Flores
7 de Mayo de 2017
La Merecida
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