Si necesitas que te digan que
sos bueno para sentí que lo sos, te vas a derrumbar cuando te digan que no es
así.
Si crees que sos bueno cuando
otros te lo dicen, vas a creer que sos malo cuando algunos opinen eso.
El equilibro es interno, es
personal. Es buscar extraer de lo que recibimos lo que necesitamos y descartar
el resto, sin creernos que somos buenos o malos, sabiendo que hacemos lo que
podemos, y lo que debemos hacer no es concentrarnos en nuestras debilidades o
carencias, es buscar lo bueno en nosotros y desarrollarlo.
Todos tenemos dones con los que
fuimos dotados por Dios. Intentar hacer bien algo que no nos corresponde nos
puede hacer felices, pero no nos dará plenitud, la plenitud se alcanza
naturalmente cuando hacemos lo que vinimos a hacer en la tierra, y cuando
cumplimos nuestra misión el juicio externo desaparece, pierde todo valor, ya
que lo que hacemos es establecer nuestra unión con Dios, cuando desarrollamos
nuestros dones lo hacemos desde la comunión con la divinidad que habita en
nosotros.
Cuando alguien desprecia lo que
gago o se burla de mi, busco entender que procesos mentales estoy dejando fluir
para que se manifiesten en esos mensajes que recibo, cuando alguien me dice que
algo que escribí le hizo bien, me alegra saber que la semilla que sembré en
palabras brotó en su mente, sabiendo que es responsabilidad de ese ser hacerla
crecer, convertir ese brote, esa semilla en un árbol que algún día dará frutos,
frutos que Dis-frutaremos, ya que estamos unidos.
Somos uno, y cuando crece uno
crecemos todos.
Ale Flores
20 de Mayo de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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