Hoy es 2 de abril, el día que en
Argentina se recuerda la guerra de Malvinas, a los veteranos y a los héroes que
dieron su vida.
Cuando estalló la guerra yo tenía
9 años así que algo recuerdo, entre eso mi deseo de ir como voluntario.
Fue muy triste para mi la
derrota, sobre todo porque desde mi inocencia creí en los medios de comunicación
que afirmaban que estábamos ganando, aunque mi viejo me decía lo contrario y
que la derrota era inminente.
Desde esa edad siempre tuve una sensación
de resentimiento hacia Inglaterra y todo lo que la representa. Más grande
comprendí que la locura fue por parte de los militares que gobernaban mi país,
pero eso no modificó mi sentimiento anti británico.
Sin embargo me paso algo curioso
en mi viaje por Europa, estando en Barcelona entable una conversación con un
matrimonio mientras esperábamos el bus, ellos no hablaban castellano y al
escucharme hablar me preguntaron si yo era español a lo que respondí que mi
nacionalidad es argentina, sus caras se iluminaron ante mi respuesta y contemplé
expresiones amistosas y amables por parte de ellos que ante mi sorpresa
resultaron ser británicos. La conversación fue amistosa pese a mi limitado
ingles, tanto que cuando llego el momento de bajar del bus solo atine a tomar
de mi bolsillo una de las tantas estampitas de San Expedito que repartí en el
viejo continente y se las ofrecí como obsequio el cual recibieron entre el
asombro y el agradecimiento.
Tal vez parezca una pavada lo
que escribo, pero la profundidad estuvo al principio, cuando me anime por
primera vez en mi vida a escribir sobre esta bronca que me acompaña desde hace
35 años y que estoy empezando a liberar en estas palabras.
Hoy se que los pueblos no son
sus gobernantes de turno, que las sociedades somos mucho más.
La guerra de Malvinas sigue
siendo para muchos compatriotas una herida abierta, sobre todo para los ex
combatientes y las familias de los soldados que no pudieron volver.
Ojala ellos puedan algún día
sanarlas y cerrar ese capítulo tan doloroso de nuestra historia sin que eso
signifique dejar atrás nuestro reclamo legitimo de soberanía. Las Malvinas son
Argentinas y siempre lo serán ya que forman parte de nuestro territorio
continental. Pero las divisiones son humanas. Con los Ingleses, y con todos los
habitantes del mundo nos une la esencia, nos une el amor, el amor que vi en los
ojos de esas personas.
Ale Flores
2 de Abril de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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