Las velas se consumen creando un
nuevo altar de fuego sobre las ruinas del anterior. Es la primera vez que
escribo en este lugar desde el inicio del 2017, al regresar aquí encontré el
altar en el piso, se había derrumbado por su propio peso, con sus partes arme
las bases del que se forma ahora, del que ha de ser mi nuevo altar, quería
renovar este espacio y el universo se encargo de darme una mano, ya que también
tengo una silla nueva para colgar del hermoso alcanfor y usarla aquí, un regalo
de una amiga muy querida, cuya presencia me acompaña.
Mientras preparaba la
reconstrucción del altar pensaba en nuestras reconstrucciones, en las veces que
debemos reformular aspectos de nuestras vidas, las cosas que de repente se derrumban
y nos obligan a iniciar nuevos caminos, o simplemente terminan, como el año que
acaba de terminar.
Pienso que cada año que comienza
trae nuevas posibilidades de reformular nuestras vidas, modificar aspectos que
no nos gustan, cambiar cuestiones que ya no queremos. Renovarnos.
Yo este ano me propongo ser una
mejor versión de mi mismo.
Me propongo mejorar cuestiones
que debo mejorar.
Disfrutar, me merezco disfrutar.
Cosechar y seguir sembrando.
Comienza un año y con el muchas
posibilidades.
Podemos dormir y seguir soñando,
o despertar y hacer nuestros sueños realidad.
De este modo reinicio mi
actividad como escriba de la vida.
En estas líneas dejo mis
primeros pasos por este 2017.
Que sea el año que nos
propongamos.
Que sea el año que nos
merecemos.
Ale Flores
7 de Enero de 2017
La Merecida
Silla Azul.
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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