miércoles, 7 de diciembre de 2016

El amor es un fruto de Dios


Las energías de los otros complementan las nuestras, cuando no logramos equilibrarnos a nosotros mismos, recurrimos a energías de otros para que nos nutran, las buscamos en el sexo, en los abrazos, en los besos, en las miradas, en las palabras, en todo lo que es amor.

Incluso un encuentro virtual puede restablecer el equilibrio en las energías al nutrirnos de las energías de otro ser.

No es lo mismo ver una pintura original que una lámina, ambas guardan las energías originales, pero con otra intensidad. Sin embargo las láminas sirven para que esas vibraciones puedan expandirse, ya que de lo contrario quedarían en un solo lugar.

Enseguida nos damos cuenta que presencias nos hacen bien, y cuales nos hacen mal. En que situaciones sentimos que nuestro corazón se calma, y en cuales perdemos la paz.

El punto es llegar a conectar con las energías más allá de los prejuicios y los pensamientos. Más allá de lo que creemos en nuestras mentes, de aceptar lo que el corazón siente y permitirnos encontrar.

Abrir las puertas de nuestra alma, retirar los 7 candados con los que muchas veces custodiamos nuestro miedo a sufrir.

¿Miedo a sufrir, o temor a amar?

¿Miedo a nada en nuestras propias emociones?

¿Miedo a ser heridos o a lastimar?

Cuando el amor es un acto de amor jamás lastima.

Cuando el amor es un acto de amor siempre repara.

Cuando nos guiamos por los impulsos del espíritu el lugar de los del ego no hay error.

El error es una creación del ego.


El amor es un fruto de Dios.


Ale Flores
4 de Diciembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego


Podes escuchar este texto que fue leído en Pop Radio, FM 101.5 el 2 de Febrero de 2017, por Veronica Merigo, en el siguiente vídeo:



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