Las energías de los otros
complementan las nuestras, cuando no logramos equilibrarnos a nosotros mismos,
recurrimos a energías de otros para que nos nutran, las buscamos en el sexo, en
los abrazos, en los besos, en las miradas, en las palabras, en todo lo que es
amor.
Incluso un encuentro virtual puede
restablecer el equilibrio en las energías al nutrirnos de las energías de otro
ser.
No es lo mismo ver una pintura
original que una lámina, ambas guardan las energías originales, pero con otra
intensidad. Sin embargo las láminas sirven para que esas vibraciones puedan
expandirse, ya que de lo contrario quedarían en un solo lugar.
Enseguida nos damos cuenta que
presencias nos hacen bien, y cuales nos hacen mal. En que situaciones sentimos
que nuestro corazón se calma, y en cuales perdemos la paz.
El punto es llegar a conectar
con las energías más allá de los prejuicios y los pensamientos. Más allá de lo
que creemos en nuestras mentes, de aceptar lo que el corazón siente y
permitirnos encontrar.
Abrir las puertas de nuestra
alma, retirar los 7 candados con los que muchas veces custodiamos nuestro miedo
a sufrir.
¿Miedo a sufrir, o temor a amar?
¿Miedo a nada en nuestras
propias emociones?
¿Miedo a ser heridos o a
lastimar?
Cuando el amor es un acto de
amor jamás lastima.
Cuando el amor es un acto de
amor siempre repara.
Cuando nos guiamos por los
impulsos del espíritu el lugar de los del ego no hay error.
El error es una creación del
ego.
El amor es un fruto de Dios.
Ale Flores
4 de Diciembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Podes escuchar este texto que fue leído en Pop Radio, FM 101.5 el 2 de Febrero de 2017, por Veronica Merigo, en el siguiente vídeo:
También lo encontras en estos enlaces:
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