Parece increíble, pero cuando
uno se ocupa de ayudar al prójimo, alguien se ocupa de ayudarlo a uno.
Cuando uno piensa en el
bienestar de otro ser, algún alma aparece para hacer lo propio.
Yo lo vivo comprobando y es por
eso, en parte, que hice de mi vida un constante dar, no me preocupa dar, doy
todo lo que tengo, ya ni siquiera debo pensar en cómo llegara lo que necesito,
simple-mente sucede.
Hay gente que desconfía de la
buena intención, de la intención desinteresada.
Hay gente que dice una cosa y
hace otra, cada uno está en donde tiene que estar, la escalera tiene muchos
peldaños, y cada quien los sube a su tiempo.
Nadie hace nada contra vos, lo
hace contra de sí mismo, por eso cuando ayudo, me ayudo, cuando sano me sano. Y
cuando soy, recibo.
Amar es dar sin esperar.
Ale Flores
8 de Diciembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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