Pasó la tormenta, se nota que
paso una fuerte tormenta, hay ramas caídas, charcos que muestran la cantidad de
agua que cayó, objetos que han sido movidos de su sitio.
Ahora brilla el sol, hay algunas
nubes, pero no parecen cargar aguas, la tierra absorbe y forma barro que se
pega en los pies y en los calzados.
Hay calma, mucha calma, la calma
que llega después de una tormenta.
Después de una gran tormenta no
pensamos en la próxima, parece que la calma llegó para quedarse, pero tarde o
temprano volverá a suceder, es un proceso natural que debemos aceptar, ya que
nada podemos hacer para frenarlo.
A mi me pasa lo mismo. ¿A vos
no?
Cada tanto estallo, todas las
emociones retenidas, los estímulos reprimidos salen a la luz como una gran
tormenta, luego llega la calma y el momento de poner todo en su lugar. A veces
creo que será la última, pero el tiempo me muestra que no cuando llega otra
más.
No he aprendido a controlarlas,
pero estoy tratando de aceptarlas, de minimizar los riesgos, sobre todo hacia
terceros, pero este universo que habita en mi tiene ciclos, ciclos como los de
la vida, atravieso emociones, noches y días.
No sé cuándo será la próxima, ni
cuanto barro dejara, de lo que estoy seguro es que luego saldrá el sol,, y que
la tierra absorberá el agua, que crecerán plantas, y los arboles darán frutos,
y que las tormentas son parte de la vida.
Como lo es la luna.
Como lo es el sol.
Ale Flores
8 de Octubre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Podes escuchar este texto que fue leído por Veronica Merigo en Pop Radio el 14 de Marzo de 2017 en el siguiente vídeo:
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