Siento que tengo que escribir
algo, pero no me llegan las palabras, solo silencio.
Es un silencio hermoso, ya que
trae paz a mi espacio donde volví a armar el altar con cada elemento que lo
compone, encendí las velas, puse música, y aquí estoy escuchando este silencio.
Quiero conectar mi mente al
fluir de mi alma hasta que de su fuente se derramen las palabras que he venido
a dejar, como escriba de los tiempos en la línea del tiempo. Pero vuelvo a un
silencio infinito que dibuja una sonrisa en mi rostro, un estado muy cercano al
placer, un placer al que accedo sin hacer nada.
Mis perras descansan cerca mío,
Conny eligió estar bajo el sol, Kika y Feli a la sombra. Algunos pájaros
cantan, se escucha el ladrido de un perro a lo lejos, y aquí estoy yo con mis
pies descalzos sobre la tierra, recibiendo el humo de los sahumerios,
contemplando el fuego de las velas, acompañado por santos, por cuarzos, rodeado
de arboles y piedras.
Sin nada que mencionar más que
el silencio, el silencio donde habita mi esencia.
Ale Flores
1 de Octubre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Podes escuchar este texto que fue leído en Pop Radio FM 101.5 por Veronica Merigo el 14 de Diciembre de 2016, en el siguiente vídeo:
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