No es casualidad que un líder
tan influyente como el Papa Francisco este al mando de la iglesia en este
momento de la evolución humana.
Una figura de carácter fuerte,
pero con una dulzura que le permite penetrar cualquier mente, no solo con la
palabra, también con el gesto, con su actitud.
No es casualidad que Dios nos
presente este ejemplo, como cuando envió a San Francisco de Asís, o al propio
Maestro Jesús.
En esta era Dios nos envió a
cada uno de nosotros y cada uno con una misión.
Francisco viene a recordarnos
que Dios puso una perla en cada corazón. Una perla que no hace falta buscar en
el mundo externo, ya que habita en nosotros, en nuestro interior, y que una vez
que la encontramos su brillo, su refleja en la tierra, que cada uno de nuestros
actos es la presencia de Dios.
Que Francisco nos recuerde
nuestro propio sacerdocio.
Nuestra misión.
Nuestro camino Jesuita, como
hijos de Dios.
Ale Flores
30 de Julio de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Podes escuchar este texto que fue leído en Pop Radio, FM 101.5 por Veronica Merigo el 21 de Marzo de 2017, en el siguiente vídeo:
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