lunes, 9 de mayo de 2016

Escribiendo me quedo en paz


Cuando llego a este espacio, a mi espacio sagrado, personal, afloran mis angustias, mis miedos, los excesos de la semana, lo que debo evitar.

También se presentan en forma de recuerdos las buenas acciones que equilibran mi accionar.

Fluyen lagrimas.

Salen bostezos.

Florecen sonrisas.

Aquí descaro y recargo energías, es escribiendo el modo en el que alcanzo la paz.

Varias veces invite a que cada uno arme su propio espacio, su espacio personal.

Su lugar sagrado, su altar de fuego donde equilibrar sus energías, donde solo haya paz.

El lugar donde la máxima es “DIOS ES MAS FUERTE”, para que se imponga su fuerza ante cualquier debilidad.

Un espacio donde el brillo de las velas enciende el propio brillo, y el humo de los sahumerios limpia el aura de toda negatividad.

Yo arme el mío bajo un árbol, un hermoso alcanfor. Lo arme con troncos, cuarzos y elementos que me muestran el camino y me recuerdan quien soy.

Hago sonar 3 veces mi campana, uno mis vibraciones a su sonido.

Escucho el silencio, contemplo la paz.

Mis perras se relajan ni bien llegamos a este espacio, y yo escribiendo me quedo en paz.


Ale Flores
7 de Mayo de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado

Altar de Fuego



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