Respira, respira lento, pausado
y profundo.
Hacelo unos instantes, respira
en paz.
Toma aire por tu nariz, retenelo
y liberalo por la boca, suave-mente, lenta-mente.
Revisa cualquier dolencia o
malestar físico, identificalo, ubicalo en tu cuerpo.
Toma aire por la nariz y llevalo
con tu mente hasta ese lugar.
Mientras retenes el aire
visualiza que el oxigeno envuelve esa dolencia física, pone esa imagen en tu
mente, el oxigeno del aire envolviendo tu dolencia.
Ahora vas a exhalar, pero cuando
lo hagas visualiza que esa dolencia sale por tu boca junto con el aire que
liberas.
Volvé a inhalar y repetí el
proceso hasta que sientas que ya retiraste todo, que esa dolencia ya no existe
en tu cuerpo, pueden haber bostezos, lágrimas, de todo, deja que todo salga.
Acordate de envolver con oxigeno
la dolencia mientras retenes el aire en tus pulmones.
Cuando salga que salga todo, no
dejes nada adentro de tu cuerpo.
Busca un clima acorde para poner
en práctica esta práctica, un sitio en el que no te distraigas, de todos modos
donde frenes tu mente podrás hacerlo, y si la tomas como un habito formará
parte de tu maestría.
Es una técnica que puede ser
camino para el peregrino que la quiera transitar.
Ale Flores
23 de Enero de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Podes escuchar este texto que fue leído por Gustavo Romero en Antes del Amanecer, Radio 10, AM 710 el 20 de Junio de 2016 en el siguiente enlace: http://radiocut.fm/audiocut/una-tecnica-puede-ser-camino/ o en el siguiente vídeo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario