Este es un texto que escribí en el 2009,
y recién ahora puedo
publicar:
Qué
difícil es callar cuando se necesita expresar.
Qué
difícil es aceptar que la vida se termina, que de repente el caminante no
camina y la vida se consume.
Qué
difícil es asumir que quien es un sustento se cae, que quien es luz se
extingue, que el tiempo pasa y que es irreversible.
Qué
tristeza da.
Que dolor
se siente.
Como dejar
pasar el ardor del pecho.
Cómo?
No sé.
No sé
cuando empezó todo, no recuerdo el inicio, pero presiento el final.
Dios me da
fuerzas para no mostrar el dolor que siento, me permite llegar a mi intimidad
para desahogarme. Es que es ahogo lo que siento, cuando entiendo que es mi
padre el ser que se está yendo.
Toda
nuestra vida es ahora una película. Ronda mi cabeza como si de mi frente
partiera un proyector.
Como si la
vida entera estuviese por terminarse, como si la noche nunca más volviera a ser
día.
Estoy acá
a tu lado, te di reiki, te di luz, te di amor. Te di todo lo que pude y es ese
mi único consuelo, el no haber bajado los brazos, el de seguir en pie, el de
refugiarme en estas líneas para que cuando veas mi cara no veas tristeza, para
que los momentos que nos quedan sean intercambios de amor. Porque es lo más
importante que me estas dejando, junto con tu firmeza y tu amistad, junto con
tu apoyo incondicional en cada momento, junto con el lamento que compartimos en
los momentos tristes.
Se que
todos somos uno porque del uno partimos, se que todos somos uno porque al uno
volvemos.
No puedo
entrar a tu cuerpo y arrancarte las metástasis. No puedo aunque deseo sanar tus
pensamientos. No puedo tener el poder que solo Dios tiene sobre nosotros, y sé
que cada uno recorre su camino y vive sus vivencias.
Solo
espero que no sufras, que termines dignamente, que todos dejemos que se haga la
voluntad de Dios aceptando cada día.
Solo
espero que tu alma se reencuentre con la mía, cada vez que como ahora necesite
encontrarte.
Cada vez
que sienta que tu amor lo necesito. Como necesite tu presencia en mi vida cada
instante.
Desde mi más
profundo amor.
Para mi
viejo que duerme en una camilla a mi lado.
Alejandro
Flores
Cemic
9/10/09
17:20 Hs.
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