Una buena pregunta para este
momento seria ¿que vine a buscar?
Por ejemplo, en mi caso, ¿que
vine a buscar a Córdoba?
Las respuestas son muchas,
descanso, conexión con la naturaleza, compartir un viaje familiar, reencontrarnos
con nosotros mismos.
Además de todo esto, agrego a
encontrarme con el alma de los Comechingones.
Lo que hacemos queda grabado en
la vibración del lugar, y aquí estoy, en el circulo de pinos donde los Comechingones
celebraban sus rituales, y honrando la vibración que dejaron, dejo mis más
altas vibraciones.
Soy consciente de las
vibraciones que dejo, y mi conciencia es la que me lleva a la unión con las
vibraciones que ellos dejaron aquí.
Entre a Córdoba buscando sus
espacios, recorrí los que pude y deje pendientes para la próxima vez los demás,
pero recién comprendí que todo este territorio fue su morada, que cada piedra
guarda la vibración de ellos, que dibuja en sus formas el paso del tiempo,
dibujos dispuestos a revelarse al buen observador.
Sentí el sonido del viento al
pasar entre los árboles, sonido que trae información que ellos sabían decodificar,
vientos que siguen guando a quienes se saben dejar guiar.
Sentí el calor del sol que
ilumina, nutre, renueva, revive, renace. Que marca los puntos cardinales, las
horas del día, las estaciones del año, e invita a buscar el agua que baja del
padre cielo en forma de lluvia, mineralizándose al tomar contacto con los
minerales de este lugar.
Estos elementos fueron
bendecidos por los Comechingones, honrados por ellos, y su vibración más pura
es en cada uno de ellos.
Con todo mi ser bendije a la
tierra, la tierra que nos sostiene, la madre tierra que nos alimenta, que nos
da refugios en sus montañas, vertientes en las que refrescarnos, y un lugar
donde dejar nuestros restos cuando nuestros espíritus abandonen la materia haciéndonos
uno con la madre tierra, y uno con el padre cielo.
Durante el camino de la vida nos
nutrimos constantemente de las energías que nos rodean, y esas energías se
nutren de las nuestras, somos uno con el pasto que pisamos, somos uno con los
alimentos que comemos.
Somos uno cuando llegamos a este
lugar, y somos otros cuando lo dejamos, habiendo absorbido la vibración de
todo, y todo guardara nuestra vibración para siempre.
La tierra se recicla
constantemente, pero los diferentes elementos tardan determinada cantidad de
tiempo en degradarse según la densidad de sus vibraciones.
Bendigo el sufrimiento de los
que han sufrido, ya que dieron su sangre por lo que creían.
Lo siento, perdóname, te amo,
gracias.
Siento el sufrimiento y lo
libero, liberándolos a ellos, para que se unan para siempre en la divinidad.
El viento lleva las bendiciones
del Hoponoponopo, por todo este lugar para que sean escuchadas por el que
quiera oir, y una piedra me dibuja escribiendo.
Ale Flores
20 de Febrero de 2014
Atalaya de los Arcangeles
“La Población “
Traslasierra
Córdoba
(Morteros
Comunitarios de los Comechingones - San Marcos Sierras – Córdoba – Argentina)
"Lo que te envío acá no son palabras, es vibración,
si centras tu atención en ella la sentirás, te envío luz, luz y amor."
“La vida es un regalo,
el envoltorio la mente. Sólo hay que abrirla para disfrutar el presente.”
Solo por hoy no te enojes.
Solo por hoy no te preocupes.
Solo por hoy se agradecido y humilde.
Solo por hoy se honesto.
Solo por hoy se bondadoso con los demás.
"Si lo que hago además de a mi le
sirve a alguien, mi misión está en marcha."
"Si Logras Unir Tu Mente A Tu Corazón Serás Una
Buena Persona, Si Logras Unir Tu Corazón A Tu Mente Serás Un Iluminado."
"Quien
teniendo la posibilidad de recibirlo, no se abre para acepta el amor que habita
en vos, se está perdiendo lo más maravilloso de la vida."
Soy Reiki
Yo Soy
Si
Dios fue capaz de crear una semilla que puede convertirse en árbol y dar
frutos,
¿te imaginas todo lo que podes hacer vos?
Dios obra a través tuyo.
Ale Flores
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