Al alejarnos de las grandes
ciudades, al adentrarnos en las montañas, en el mar, en la naturaleza nos salimos
de esa realidad para entrar en otra, otra realmente diferente, donde los problemas
son la falta de lluvia o el exceso de ellas, el frio intenso o el intenso
calor.
Los problemas pasan por las
siembras y las cosechas, la llegada de los esperados turistas, y otros que poco
tienen que ver con los que se viven en las grandes ciudades.
Duermen con las tranqueras
abiertas, saben del pronostico observando el cielo, y la noche les regala un
universo de estrellas para que puedan guiarse cuando no está la luna iluminando
los caminos que conocen de memoria. Muchos de esos caminos son intransitables
para nosotros, los humanos de la ciudad.
Mucha gente de esos lugares está
habitada por personas que decidieron dejar la ciudad y cambiar sus vidas
buscando una diferente, cambiando asfalto por tierra, cambiando ladrillos por
piedras, autos por caballos, y así viven.
No les cambia mucho saber quién
es el presidente, ya que para ellos el padre es el cielo, y la madre la tierra.
El orden lo establecen las estaciones del año, que marcan los ciclos de los
cuales no reniegan, simplemente aceptan como naturales, y se adaptan a ellos,
buscando el mayor provecho de cada estación.
Cada vez que contacto con esas
realidades me replanteo mi vida.
Me imagino viviendo en la montaña
o cerca del mar.
Me imagino cerca de ellos,
compartiendo momentos como los que compartí en mis últimas vacaciones en Córdoba.
Me imagino en silencio,
observando atardeceres, o por las noches buscando constelaciones en el cielo.
Caminando por la montaña,
observando amaneceres, bebiendo agua de los arroyos.
Siento en mi cuerpo la energía que
grabe en él en esos lugares que acabo de visitar, cuando puse todo mi ser para
bendecir la tierra, brindándole el respeto que la tierra se merece por ser
nuestro hogar, por haber sido el hogar de nuestros antepasados como los Indios
Comenchingones, y porque será el hogar de nuestros hijos, y los hijos de
nuestros hijos.
La tierra no es algo que dejamos
en herencia a nuestros hijos, es un préstamo de las futuras generaciones que
tenemos en custodia.
Me quedo en silencio.
Llego al silencio, al absoluto
silencio que se siente al dejar la mente en blanco en lo alto de la montaña,
simplemente observando, siendo consciente del momento presente, sabiendo que
siempre me esperan las montañas, y siempre me espera mi amigo el mar.
Ale Flores
3 de Marzo de 2014
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
(Atardecer en Travesía – Traslasierra – Córdoba – Argentina)
"Lo que te envío acá no son palabras, es vibración,
si centras tu atención en ella la sentirás, te envío luz, luz y amor."
“La vida es un regalo,
el envoltorio la mente. Sólo hay que abrirla para disfrutar el presente.”
Solo por hoy no te enojes.
Solo por hoy no te preocupes.
Solo por hoy se agradecido y humilde.
Solo por hoy se honesto.
Solo por hoy se bondadoso con los demás.
"Si lo que hago además de a mi le
sirve a alguien, mi misión está en marcha."
"Si Logras Unir Tu Mente A Tu Corazón Serás Una
Buena Persona, Si Logras Unir Tu Corazón A Tu Mente Serás Un Iluminado."
"Quien
teniendo la posibilidad de recibirlo, no se abre para acepta el amor que habita
en vos, se está perdiendo lo más maravilloso de la vida."
Soy Reiki
Yo Soy
Si
Dios fue capaz de crear una semilla que puede convertirse en árbol y dar
frutos,
¿te imaginas todo lo que podes hacer vos?
Dios obra a través tuyo.
Ale Flores
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