viernes, 7 de marzo de 2014

Me esperan las montañas


Al alejarnos de las grandes ciudades, al adentrarnos en las montañas, en el mar, en la naturaleza nos salimos de esa realidad para entrar en otra, otra realmente diferente, donde los problemas son la falta de lluvia o el exceso de ellas, el frio intenso o el intenso calor.

Los problemas pasan por las siembras y las cosechas, la llegada de los esperados turistas, y otros que poco tienen que ver con los que se viven en las grandes ciudades.

Duermen con las tranqueras abiertas, saben del pronostico observando el cielo, y la noche les regala un universo de estrellas para que puedan guiarse cuando no está la luna iluminando los caminos que conocen de memoria. Muchos de esos caminos son intransitables para nosotros, los humanos de la ciudad.

Mucha gente de esos lugares está habitada por personas que decidieron dejar la ciudad y cambiar sus vidas buscando una diferente, cambiando asfalto por tierra, cambiando ladrillos por piedras, autos por caballos, y así viven.

No les cambia mucho saber quién es el presidente, ya que para ellos el padre es el cielo, y la madre la tierra. El orden lo establecen las estaciones del año, que marcan los ciclos de los cuales no reniegan, simplemente aceptan como naturales, y se adaptan a ellos, buscando el mayor provecho de cada estación.

Cada vez que contacto con esas realidades me replanteo mi vida.

Me imagino viviendo en la montaña o cerca del mar.

Me imagino cerca de ellos, compartiendo momentos como los que compartí en mis últimas vacaciones en Córdoba.

Me imagino en silencio, observando atardeceres, o por las noches buscando constelaciones en el cielo.

Caminando por la montaña, observando amaneceres, bebiendo agua de los arroyos.

Siento en mi cuerpo la energía que grabe en él en esos lugares que acabo de visitar, cuando puse todo mi ser para bendecir la tierra, brindándole el respeto que la tierra se merece por ser nuestro hogar, por haber sido el hogar de nuestros antepasados como los Indios Comenchingones, y porque será el hogar de nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos.

La tierra no es algo que dejamos en herencia a nuestros hijos, es un préstamo de las futuras generaciones que tenemos en custodia.

Me quedo en silencio.

Llego al silencio, al absoluto silencio que se siente al dejar la mente en blanco en lo alto de la montaña, simplemente observando, siendo consciente del momento presente, sabiendo que siempre me esperan las montañas, y siempre me espera mi amigo el mar.


Ale Flores
3 de Marzo de 2014
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego




(Atardecer en Travesía – Traslasierra – Córdoba – Argentina)

"Lo que te envío acá no son palabras, es vibración, si centras tu atención en ella la sentirás, te envío luz, luz y amor."

“La vida es un regalo, el envoltorio la mente. Sólo hay que abrirla para disfrutar el presente.”


Solo por hoy no te enojes.
Solo por hoy no te preocupes.
Solo por hoy se agradecido y humilde.
Solo por hoy se honesto.
Solo por hoy se bondadoso con los demás.
  


"Si lo que hago además de a mi le sirve a alguien, mi misión está en marcha."
 
"Si Logras Unir Tu Mente A Tu Corazón Serás Una Buena Persona, Si Logras Unir Tu Corazón A Tu Mente Serás Un Iluminado."

"Quien teniendo la posibilidad de recibirlo, no se abre para acepta el amor que habita en vos, se está perdiendo lo más maravilloso de la vida."
  
Soy Reiki

Yo Soy


Si Dios fue capaz de crear una semilla que puede convertirse en árbol y dar frutos,
 ¿te imaginas todo lo que podes hacer vos?
  
Dios obra a través tuyo.

Ale Flores

No hay comentarios:

Publicar un comentario