Hoy mi princesa cumple 11 años, mi genia, mi
campeona, mi idola.
Mi chiquita, mi chanchu, la piba.
Cada día la veo más grande, cada semana me
sorprende con algo nuevo, un gesto, una expresión, una palabra, una mirada
cómplice, una risa de las nuestras.
Siempre me demuestra que lleva nuestra
esencia, que es amor, es vida, es fe e inteligencia.
Sé que algo saldrá en estos días, será las
palabras que le dedique por su nuevo cumpleaños, hoy solo quiero recordar lo
que hasta ahora es nuestra vida, y compartir la carta que le escribí dándole la
bienvenida:
Bienvenida a la vida
Julieta con sus
ojitos llenos de esperanza recorre todo lo que la rodea, girando su cabecita
busca encontrar con la mirada todos los estímulos que recibía en la panza de su
madre. Encuentra el televisor y se detiene en él, le presta atención durante
unos minutos hasta que Felicia trepa la cama y se interpone entre la imagen
fría de la TV y su cálida mirada. Papá atento a la situación le presenta
nuevamente a Juli su perra quien atentamente sigue cada movimiento de la
pequeña. Todo esta tranquilo hasta que Julieta siente que le falta algo, siente
que no tiene a su lado lo mas importante y quien le proporciona mas seguridad
en estos primeros momentos en este agitado mar denominado vida, hasta que
aparece mamá, quien la levanta y entre sus brazos la acuna alejando todos los
temores de la pequeña, haciendo que su cuerpecito se agigante y no se sienta
tan chiquita en medio de la enormidad que cada objeto que la rodea representa.
Julieta crece
cada día, con cada mirada, con cada minuto de descanso y con cada mamadera.
Julieta recibe todos los estímulos que el mundo le provee y que sus padres le
acercamos: la música, los besos, las caricias, el sonido del agua de la fuente,
la voces que de a poco reconocerá, las explosiones de los petardos de año
nuevo, los colores y los olores están formando a la pequeña Julieta para que
pueda prepararse y navegar en este mar sin mas vela que su alma, ya que si la
vida se navega a vela, nosotros seremos el motor fuera de borda que te ayudara
y te dará fuerzas para atravesar los momentos más difíciles, que te dará la
seguridad que te haga falta cuando el viento sople en tu contra, o cuando ni
siquiera el viento parezca tenerte en cuenta, pero nunca estarás sola, por que
para nosotros antes que nuestras vidas esta la tuya, y nuestro objetivo es
llevar tu barco a buen puerto para lo que deberemos guiarte hasta que aprendas
a navegar por tus propios medios esperando que recurras a nosotros cuando
sientas que nos necesitas. Y siempre estaremos esperándote para darte lo que
necesites por que en algún momento ya no dependerás de nosotros, pero nosotros
siempre estaremos pendientes de vos.
Bienvenida a la
vida hija de mi amor, bienvenida a tu vida alma pura, espero que logres tus
objetivos y que nunca confundamos nuestras frustraciones con objetivos tuyos,
ya que no sos nuestra hija, sos la hija de nuestro amor, sos la hija de la vida
y sos quién debe lograr hacer lo que nosotros intentamos y por lo que luchamos
cada día, alcanzar nuestros objetivos y fijarnos nuevas metas para el futuro.
Que dios te
bendiga hija mía, que dios te bendiga como a nosotros, ya que con tu llegada
nos ha bendecido de por vida.
Alejandro
Flores Y Serena Igarzabal (fuente de toda inspiración y amor)
02/01/03
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