Ya está llegando la fecha, del festejo tan ansiado, es
que un maestro sagrado, festejara su vida.
Ha recorrido el mundo, con su arte, con su genio, dueño de
un estilo propio, que sembró en otros maestros.
Respetado por sus pares, como grande entre los grandes, a
todos a sorprendido, con arreglos inolvidables.
Le dio nueva vida al tango, llevo bien alto su bandera,
en Japón lo aclamaron tanto, como en ambos lados de la cordillera.
El maestro deja arte, genio en su obra, nunca se ira de
mi memoria, el placer de verlo en vivo, de descubrir algún vinilo, que sus
tangos conservan.
Cuando sé que voy a verlo, mi semana no es la misma, es
que tantas son las ganas, de verlo en la tarima, acariciando su piano, que
responde agradecido, es que el maestro a nacido, para enseñar a tocarlo, y
aseguro que escucharlo, es un placer de los Dioses, cuando toca nadie tose, y
ni las moscas vuelan.
Nos dejará a si hijo César, quien mantiene vivo su arte,
y junto al Quinteto Real reparte, música por el mundo.
Quiero en este día, agradecerle a Dios padre, la vida de
este grande, tanguero de vieja guardia. Que supo crear un puente, de música
hasta el cielo, que comparte sin recelo, a todo el que quiera cruzarle,
llevándolo hasta el padre, que aguarda el justo momento, es que su música
despoja los pensamientos, llegando al alma bendita, donde todos somos uno, y él
como ninguno, sabe crear ese espacio, donde no hay tiempo ni penas, donde todo
es puro gozo, capaz de sacar del pozo, cualquier mente deprimida.
Lo que digo lo conozco, ya que su arte a mi ha llegado,
en el momento deseado, donde no veía salida, y solo me permitía, poner un disco
suyo, y olvidarme del chamuyo, que en mi mente no paraba, y pude sentir a Dios,
atravesando ese puente, que ha sido de tanta gente, que se acercó al maestro.
Argentino, nuestro, que con el mundo compartimos. Ha sido
un gran peregrino, que supo enseñar su arte.
Le dedico estas palabras, a mi querido maestro, Horacio
Salgan es nuestro, nos lo ofrendó el padre, para que con su arte, podamos
llegar a cielo, y sentir que es eterno, el amor que nos regala.
En sus primeros 96 años, querido maestro le digo, que me
siento bendecido por haberlo podido ver, y llegarlo a conocer, sabiendo que su
impronta, quedará en mi alma y en otras, por toda la eternidad, lo que digo es
verdad, ya que a usted yo lo admiro, y le agradezco amigo, la tarea realizada,
ha dejado usted sembrada, una tierra de belleza, que guardara su pureza, más
allá de esta vida, y cuando llegue su partida, lo colocará junto a los grandes,
maestros que tuvo el arte, desde el inicio de la vida.
Feliz cumpleaños Maestro Horacio Salgan.
Ale Flores
5 de Junio de 2012
De izquierda a derecha: Mi viejo, Mariano Mores, Gian Franco
Pagliaro, Horacio Salgán y Miguel Angel Robles
Hola Alejandro:
ResponderEliminarMi Padre está más que agradecido por la carta, y las palabras que ha escrito, lo ha hecho muy feliz con ese gesto. También mi agradecimiento por eso.
Le mando un gran, pero gran saludo.
César Salgán.-