Desearía
que todos vivieran, la experiencia de ofrecer felicidad, yo lo vivo muchas
veces, cuando mis textos llegan a quienes tienen que llegar.
He vivido
muchas veces, este tipo de emociones, al recibir retribuciones, de amor por mis
ofrendas.
Es una
emoción inmensa, que rebalsa el corazón, cuando uno sabe que su amor, ha
atravesado fronteras, no geográficas, no esas, las fronteras de la mente, las
que hacen que algún gente, descrea de las intenciones, que algunas veces en
canciones, otras en poesías o textos, recorren distintos lugares, y traspasan
los cimientos.
Y esta
felicidad se agiganta, cuando llega a quienes han llegado, y con su arte han
dejado arte en los corazones, de aquellos soñadores, que despiertos encontraron,
en sus obras lo sembrado, y sus frutos disfrutaron.
Hoy recibí
el afecto de un maestro admirado, Don Horacio Salgan mismo, me ha enviado su
aprecio, al recibir las palabras, en las que le envié mi afecto.
Recordare
toda mi vida, que en algunos de sus cumpleaños, el maestro ha contado, con mi
humilde agradecimiento, ya que si música me dio aliento, en momentos
embromados, donde mi ego sin dudas, creía haberme domado.
El me
ayudo a ver el camino, que a la luz me llevaba, y cruzando su noble puente,
sentí a Dios en mi alma, es por eso que mi afecto, traspasa esta y toda vida,
porque me devolvió la alergia, de sentirme estar vivo, y sepan que esto que
digo, no es nada exagerado, muchas veces he estado al borde del suicidio, y fue
el amor de mis padres, lo que me mantuvo vivo, y el deseo de poder verlo tocar
a Horacio, quien interpretando tangos me llevo a descubrir su bosque mágico.
Ale Flores
15 de Junio de 2012
Cumpleaños 96 del Maestro Horacio Salgan
Reflexiones de brazos.
(Notas de Gimnasio)
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