Somos los elegidos, yo no tengo dudas.
El temas es que es lo que nosotros elegimos, no como grupo, ya como seres individuales, como cuerpos con ego.
Cuando medito, sobre todo los fines de semana, trato de llegar a mi espacio de meditación, a mi santuario en absoluta paz, me despierto temprano, hoy por ejemplo 6:50, preparo mi espacio y comienzo.
Evito realizar actividades, ya que ellas pueden dejar huellas en mi mente y por ende “engancharme”.
No desayuno, ya que eso sería permitir el ingreso de sustancias, de energías, que no pertenecen a mi organismo, a lo sumo tomo agua.
Enciendo mis sahumerios.
Acomodo mis cosas y comienzo a meditar.
Comienzo a prepararme desde la noche anterior, cuido mis comidas y mis actividades. En la semana voy mentalizando el momento, mis pensamientos son de paz, amor y armonía.
Y eso me ayuda a lograr la conexión.
Si pudiera hacer que todos los actos de mi vida fueran intencionalmente iguales de puros, ya estaría iluminado.
Nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestros registros se graban con lo que pensamos, con lo que nos alimentamos, con las conversaciones que mantenemos, con las personas que nos rodeamos. Sutilmente se nos “pega” la energía de los lugares donde asistimos y de las personas concurren a esos espacios, incluso en los transportes públicos nos “cargamos” de energías que no nos corresponden, no son parte de nuestra pureza almica.
Todo lo que ingresa a nuestro ser genera una reacción química que libera sustancias, son el combustible que dan vida al motor de los procesos, todo, absolutamente todo lo que ingresa por cualquiera de las vías posibles, son estímulos que conforman los minerales que componen ese combustible.
Poder comprender o no que todo esto nos nutre es muy importante, seleccionar con que nos alimentamos es trascendente.
Seleccionar solo nosotros lo que nos alimenta, con quienes nos relacionamos, no solo tiene que ver con el otro, con su energía, tiene que ver también con el impacto que genere sobre nuestra mente, por causa de los pensamientos que se desencadenan cuando obramos o interactuamos con determinadas cosas, lugares o personas.
Todo es amor, bien o mal calificado, pero amor.
Hasta el cáncer es amor mal calificado, es otro polo del amor. Como lo es el odio.
Solo el amor puede contra todo.
Solo el amor vence al cáncer.
El órgano del amor es el corazón.
Sentir todos los días amor en el corazón genera una reacción tan poderosa que reestablece la perfecta salud.
El proceso es ir encontrando este estado y sostenerlo.
Solo sentir amor en nuestro corazón.
Sentir ese fuego.
Esa luz que destella hacia todas partes.
Es un sol.
Es la solución.
Todos los días sostene amor en tu corazón.
Todos los días cuida tus pensamientos, tus alimentos.
Y serás.
Luz y amor para tu vida.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Soy Reiki
Yo Soy
El temas es que es lo que nosotros elegimos, no como grupo, ya como seres individuales, como cuerpos con ego.
Cuando medito, sobre todo los fines de semana, trato de llegar a mi espacio de meditación, a mi santuario en absoluta paz, me despierto temprano, hoy por ejemplo 6:50, preparo mi espacio y comienzo.
Evito realizar actividades, ya que ellas pueden dejar huellas en mi mente y por ende “engancharme”.
No desayuno, ya que eso sería permitir el ingreso de sustancias, de energías, que no pertenecen a mi organismo, a lo sumo tomo agua.
Enciendo mis sahumerios.
Acomodo mis cosas y comienzo a meditar.
Comienzo a prepararme desde la noche anterior, cuido mis comidas y mis actividades. En la semana voy mentalizando el momento, mis pensamientos son de paz, amor y armonía.
Y eso me ayuda a lograr la conexión.
Si pudiera hacer que todos los actos de mi vida fueran intencionalmente iguales de puros, ya estaría iluminado.
Nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestros registros se graban con lo que pensamos, con lo que nos alimentamos, con las conversaciones que mantenemos, con las personas que nos rodeamos. Sutilmente se nos “pega” la energía de los lugares donde asistimos y de las personas concurren a esos espacios, incluso en los transportes públicos nos “cargamos” de energías que no nos corresponden, no son parte de nuestra pureza almica.
Todo lo que ingresa a nuestro ser genera una reacción química que libera sustancias, son el combustible que dan vida al motor de los procesos, todo, absolutamente todo lo que ingresa por cualquiera de las vías posibles, son estímulos que conforman los minerales que componen ese combustible.
Poder comprender o no que todo esto nos nutre es muy importante, seleccionar con que nos alimentamos es trascendente.
Seleccionar solo nosotros lo que nos alimenta, con quienes nos relacionamos, no solo tiene que ver con el otro, con su energía, tiene que ver también con el impacto que genere sobre nuestra mente, por causa de los pensamientos que se desencadenan cuando obramos o interactuamos con determinadas cosas, lugares o personas.
Todo es amor, bien o mal calificado, pero amor.
Hasta el cáncer es amor mal calificado, es otro polo del amor. Como lo es el odio.
Solo el amor puede contra todo.
Solo el amor vence al cáncer.
El órgano del amor es el corazón.
Sentir todos los días amor en el corazón genera una reacción tan poderosa que reestablece la perfecta salud.
El proceso es ir encontrando este estado y sostenerlo.
Solo sentir amor en nuestro corazón.
Sentir ese fuego.
Esa luz que destella hacia todas partes.
Es un sol.
Es la solución.
Todos los días sostene amor en tu corazón.
Todos los días cuida tus pensamientos, tus alimentos.
Y serás.
Luz y amor para tu vida.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Soy Reiki
Yo Soy
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