21 de Julio, hoy llueve, gracias a Dios llueve, llueve muchísimo, llovió toda la noche, mientras me bañaba veía por la ventana como llovía, escuchaba las gotas caer sobre el techo, veía los charcos formados en el jardín, pequeños lagos entre los árboles, algún pájaro intrépido aprovechándose de las lombrices que salen a dar paseos cuando llueve, muchas de ellas en la pileta que casi rebalsaba de tanta agua caída.
Podría haberme quedado todo el día viendo llover desde atrás de algún ventanal, o, por que no, desde el jardín meditando bajo la lluvia.
La lluvia es una bendición, el césped lo agradece, los árboles, las plantas, gracias a las lluvias las napas vuelven a llenarse de agua limpia, pura, potable que mucha gente, al igual que nosotros consume.
Las lluvias alimentan a los campos, hacen que las siembras se conviertan en cosechas y que las economías crezcan gracias a la producción de los campesinos, se produce alimentos para las personas, trabajo, el país se pone en moviendo gracias a las lluvias y a los ciclos climáticos de Dios.
El sábado festejamos el cumpleaños de mi mamá en mi casa, con gusto le prepare un asado para homenajearla y cuando empecé llovía muy poco, había una tenue garúa, estaba pronosticado lluvia para ese día. Fui a hacer unas compras y le pregunte a un señor si llovería, me dijo que creía que no, yo le dije en tono simpático “que no llueva” y el me respondió con un tono mas sabio “que llueva en el campo y no en la ciudad”, esto de alguna manera resumió lo que yo por dentro esperaba, el alivio para todas las personas que viven del campo, la bendición para las plantaciones, para el césped, para los arboles, y la posibilidad de disfrutar de un fin de semana en familia para los que en la semana nos vemos obligados a estar encerrados entre paredes de oficinas.
Volví a casa, seguí con la preparación de la comida, una vez encarado realicé algunas tareas en el jardín y empezó a garuar mas fuerte, mire al cielo y desde mi corazón le pedi a Dios, “permitime vivir este día en familia, hacer lo que deseo hacer, honrar a mi madre terrenal como se merece, te prometo ser tu imagen y semejanza, cumplir con mi misión, luego de este día te pido lluvias, copiosas lluvias que rieguen los campos y limpien las calles, que den vida, que llenen los causes y ríos de agua pura, que llenen las napas de la que beben mis hermanos, solo por hoy eso te pido”, di gracias y seguí con mi labor, fui viendo como dejaba de garuar, como el cielo comenzó a despejarse, vivimos un día maravilloso en familia, mis sobrinos jugaron todo el día con mi hija en el jardín, fueron a buscar nueces, pomelos, quinotos, anduvieron en bicicleta por todos lados, todos disfrutamos ese encuentro que termino cerca de las 19 hs. con todos satisfechos y felices.
El domingo hice mi meditación desde las 8 de la mañana, di gracias a Dios por mis tantas bendiciones por permitirme agasajar a mi madre terrenal de la misma forma que hace un mes agasaje a mi padre terrenal cuando él cumplió 65 años.
Di gracias por haberme oído, por haberme permitido vivir ese día mejor de lo que yo lo imagine, mejor de lo que yo lo podría haber soñado. Espere la lluvia en paz, sabia que llegaría a pesar del día despejado que amaneció ayer y finalmente la lluvia llego, cerca de las 20 horas comenzó a llover, fue de a poco, aumento copiosamente a la madrugada y aun no paro, ya los campos están regados, la vida esta en marcha, los frutos están creciendo, los campesinos están felices y el mundo sigue girando.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy
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