martes, 2 de junio de 2009

Seamos como dios


Ayer prepare calabaza, al cortarla encontré muchas semillas y decidí separarlas y guardarlas, tengo un espacio en mi casa donde cultivo plantas aromáticas y algunos vegetales.

Después prepare un jugo de naranja, al cortarlas, también encontré muchas semillas.

Inmediatamente pensé que cada una de ellas representaba un árbol, un árbol capaz de dar cientos de naranjas, y cada una de ellas al menos una decena de semillas. Entonces pensé, que grande es el amor de dios!!!, que amplia su sabiduría, su amor.

Dios creo todo, creo la vida, creo las frutas, las verduras y creo la forma de multiplicarse.

¿Quien no puede acceder a una naranja?

¿Quien no puede acceder a un limón, a un pomelo, a una manzana?.

Todos podemos cultivar nuestras frutas, nuestros vegetales, así lo quiso dios, y así puede ser, es solo unas decisión de cada uno hacerlo o dejar de hacerlo.

Hace algunos años, no mas de 2, yo vivía en un departamento de 43 M2 sin balcón, en el centro de la capital federal de buenos aires, para cualquier mente humana tener ahí una huerta era imposible, sin embargo tuve plantas aromáticas, pimientos picantes y tomates cherry durante mucho tiempo, me daba gusto condimentar mis alimentos con las especias que había cosechado de mi propia casa.

Mis amigos se maravillaban, ese contacto con la naturaleza, con la creación nos permite ver el mundo de otra manera.

Si dios es tan amable y tan amoroso que entrega su amor a todos, y les da a todos las mismas posibilidades de prosperar, ¿por que no tomarlo?.

Todo esta al alcance de la mano, todo esta al alcance de la mente, es solo una decisión.

Nosotros, los humanos somos selectivos, elegimos a quien dar sabiduría, amor, comprensión, sanción, prejuzgamos, separamos, dividimos.

Una semilla de naranja crece de la misma manera en mi casa que en la de mi vecino, el agua de las lluvias riega su huerta de la misma manera que la mía.

Dios no selecciona, dios da.

¿Por que nosotros seleccionamos?

¿Por que elegimos a quien dar?

Estamos tan aferrados a la vida que no comprendemos que este cuerpo que tenemos es temporal, solamente nos acompañara en esta encarnación, nuestra mente es un cúmulo de ideas que veníamos recibiendo de muy temprana edad, nos vamos formando o deformando de acuerdo a lo que nos dicen, en casa, en el colegio, en la iglesia, etc. Nos vamos creando imágenes del mundo en el que vivimos, perdemos conciencia de la divinidad que somos y nos creemos humanos, sentimos la necesidad de tener una personalidad, de cuadrar en algún segmento de la sociedad, de pertenecer, recuerdo un comercial de AMEX que decía "pertenecer tiene sus privilegios".

Cuando tenia 13 años debía tener sexo, ya que ser virgen estaba mal visto, los que eran "machos" ya habían debutado sexualmente.

Cuando tenía 14 años debía fumar para pertenecer a determinado grupo. Así tome un vicio que recién pude dejar 12 años mas tarde.

Mas tarde fue el alcohol.

Después la cocaína.

Todo el tiempo nos están ofreciendo distintas maneras de estereotiparnos, de segmentarnos, y muchas veces caemos en esa trampa creyendo que de esa manera nuestra vida sera mejor.

Hoy con 36 años siento que no necesito pertenecer a nada, que debo deshacer la imagen que construí durante años, esa personalidad que fui formando, la cual en determinado momento hizo que me muestre agresivo, por que era mi mecanismo de defensa para hacerme respetar.

Hoy es el respeto que tengo por todos lo que me hace sentirme respetado, es el amor que brindo a todos lo que me hace sentirme amado.

Pensemos un instante, meditemos en como funciona dios, como es su obra, como otorga su amor.

Como deja que cada uno haga lo que puede sin juzgarnos, como deja que todo fluya.

Observemos como la naturaleza se adapta a los cambios, como la vida modifica sus patrones para seguir avanzando. Para seguir creciendo, para dar.

Démosle gracias a dios cada vez que tengamos un fruto en nuestras manos, contemplemos su amor en la perfección de su creación, en sus aromas, en sus sabores, en sus colores.

En sus sistemas de reproducción, en su fertilidad, en su amor.

Seamos como dios es con nosotros, seamos amorosos, brindémosle nuestro amor al mundo, y el mundo será la tierra prometida de la que Jesús nos hablo.


Gracias por estar.

Mi amor de dios hacia vos.

Soy Reiki

Soy Alejandro

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