Recostar el cuerpo sobre una cama es como un ansiado premio, pero el cansancio físico solo habla de un día al que le hemos sacado provecho conociendo lugares soñados que ni imaginábamos conocer.
Estar dentro de una montaña, debajo de un castillo centenario y a más de 50 metros de profundidad en Aracena, o dentro de una mezquita del siglo X en Almonaster fueron experiencias únicas, como lo fue también pasar por Jabugo, el lugar del que salen los famosos Jamones y conversar con quienes orgullosamente llevan adelante esa tarea con conocimientos heredados de generación en generación.
Cada día supera el anterior sin que eso suponga que la vara se eleva cada noche un poco más, ya que cada vez que salimos a la calle lo hacemos con la ilusión de los niños que tienen el mundo por descubrir.
Sí, los viajes son para eso, para descubrir el mundo, lo creado por Dios y la mano del hombre como su hijo en la tierra, eso es lo que nos estamos permitiendo, eso es lo que la vida nos está ofreciendo.
Gracias padre por esta oportunidad. Gracias a nuestros cuerpos por tener la salud necesaria para disfrutarla, ruego a San Expedito para que les de salud a todos los que reciban este texto y a Dios para que les ayude a ver que el mundo que pisamos está dispuesto a ser descubierto por quienes se lo permitan, ya que recorriendo estas tierras supe que no conozco tanto mi ciudad como creía conocerla, porque además de todo lo que aún no descubrí en sus calles, bajo la tierra existe un universo que aún no fue explorado por el ser humano.
Ale Flores
21 de Febrero de 2020
En la habitación del Hotel Madrid de Sevilla.
España
Con Sere y July.