El universo susurra, habla y luego grita.
Nosotros escuchamos o hacemos oídos sordos, perdemos objetividad, nos creemos todo poderosos, desobedecemos su llamado. De pronto la tierra grita, ruge, se produce un terremoto, un tsunami, cientos de personas mueren, almas que dejan sus cuerpos, su materia sin espíritu queda como muestra para quien no puede oír que vea, que comprenda que la vida humana puede terminar en un segundo, de la forma mas inesperada, pero aun así hay quienes no comprenden, no entienden que el camino es el amor, el amor y la compasión.
El pueblo Japonés esta viviendo uno de los momentos más difíciles de su historia, de nuestra historia, y aun asi nos enseña, nos muestra el camino, lo primero que dijeron es que podrán superar este desastre, como superaron las bombas de Hiroshima y Nagasaky. Ellos en la desesperación muestran el orden, la educación, en el peor momento de sus vidas los seres encarnados nos muestran el amor, la compasión y el respeto por el orden. Así como hicieron después de la segunda guerra mundial, los japoneses le muestran al mundo su capacidad de perdonar, muestran su misericordia, su fe. De ellos venimos recibiendo técnicas, conocimientos, sistemas de sanación y ahora predican nuevamente con el ejemplo mostrando al mundo su capacidad.
Quizás quienes partieron hubieran sufrido mucho mas si no lo hacían. Quizás el universo los protegió de un sufrimiento mayor, sin dudas ellos concluyeron su aprendizaje en la tierra, su misión en la tierra y partieron, debían partir.
Aceptemos la perfección del universo en cualquiera de sus manifestaciones, no solo ante la calma, también en el huracán.
Busquemos siempre la paz en nuestra mente, busquemos el orden, seamos el amor. Veamos lo que el universo nos muestra. Escuchemos el llamado. Regresemos al amor, al amor de la tierra.
Bendigamos las aguas, honremos el aire, agradezcamos al sol, vibremos en los 4 elementos, amemos a nuestros hermanos, seamos solo amor.
Abandonemos la codicia, la mentira, el odio, el miedo.
Seamos simplemente el amor, aceptando a Dios en cada momento, en cada instante, en cada situación.
Aceptemos al padre cielo y a la madre tierra como nuestros padres, al creador como padre madre del todo. Agradezcamos a las personas que nos acompañan y unámoslos, unámoslos y enviemos luz, luz para Japón, luz y amor para todos los hermanos que sufren, para la tierra.
Luz para las aguas.
Y mucho amor.
Todavía tenemos mucho para dar.
Todavía tenemos que dar mucho más amor.
Estamos cambiando el mundo, nadie dijo que seria fácil.
Nadie dijo que seria difícil.
Es solo cuestión de amor.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Ale Flores
Nosotros escuchamos o hacemos oídos sordos, perdemos objetividad, nos creemos todo poderosos, desobedecemos su llamado. De pronto la tierra grita, ruge, se produce un terremoto, un tsunami, cientos de personas mueren, almas que dejan sus cuerpos, su materia sin espíritu queda como muestra para quien no puede oír que vea, que comprenda que la vida humana puede terminar en un segundo, de la forma mas inesperada, pero aun así hay quienes no comprenden, no entienden que el camino es el amor, el amor y la compasión.
El pueblo Japonés esta viviendo uno de los momentos más difíciles de su historia, de nuestra historia, y aun asi nos enseña, nos muestra el camino, lo primero que dijeron es que podrán superar este desastre, como superaron las bombas de Hiroshima y Nagasaky. Ellos en la desesperación muestran el orden, la educación, en el peor momento de sus vidas los seres encarnados nos muestran el amor, la compasión y el respeto por el orden. Así como hicieron después de la segunda guerra mundial, los japoneses le muestran al mundo su capacidad de perdonar, muestran su misericordia, su fe. De ellos venimos recibiendo técnicas, conocimientos, sistemas de sanación y ahora predican nuevamente con el ejemplo mostrando al mundo su capacidad.
Quizás quienes partieron hubieran sufrido mucho mas si no lo hacían. Quizás el universo los protegió de un sufrimiento mayor, sin dudas ellos concluyeron su aprendizaje en la tierra, su misión en la tierra y partieron, debían partir.
Aceptemos la perfección del universo en cualquiera de sus manifestaciones, no solo ante la calma, también en el huracán.
Busquemos siempre la paz en nuestra mente, busquemos el orden, seamos el amor. Veamos lo que el universo nos muestra. Escuchemos el llamado. Regresemos al amor, al amor de la tierra.
Bendigamos las aguas, honremos el aire, agradezcamos al sol, vibremos en los 4 elementos, amemos a nuestros hermanos, seamos solo amor.
Abandonemos la codicia, la mentira, el odio, el miedo.
Seamos simplemente el amor, aceptando a Dios en cada momento, en cada instante, en cada situación.
Aceptemos al padre cielo y a la madre tierra como nuestros padres, al creador como padre madre del todo. Agradezcamos a las personas que nos acompañan y unámoslos, unámoslos y enviemos luz, luz para Japón, luz y amor para todos los hermanos que sufren, para la tierra.
Luz para las aguas.
Y mucho amor.
Todavía tenemos mucho para dar.
Todavía tenemos que dar mucho más amor.
Estamos cambiando el mundo, nadie dijo que seria fácil.
Nadie dijo que seria difícil.
Es solo cuestión de amor.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Ale Flores
“La vida es un regalo, el envoltorio la mente. Sólo hay que abrirla para disfrutar el presente.”
· Solo por hoy no te enojes.
· Solo por hoy no te preocupes.
· Solo por hoy se agradecido y humilde.
· Solo por hoy se honesto.
· Solo por hoy se bondadoso con los demás.
Soy Reiki
Yo Soy
· Solo por hoy no te preocupes.
· Solo por hoy se agradecido y humilde.
· Solo por hoy se honesto.
· Solo por hoy se bondadoso con los demás.
Soy Reiki
Yo Soy