Creo que he perdido mi fortaleza, o la capacidad de poder tolerar las pruebas que se presentan; pero en cierta forma si estoy escribiendo esto, será que aún no he perdido la posibilidad de que mi camino se torne nuevamente luminoso.
He padecido muchas cosas a lo largo de mi vida, seguramente ni mas ni menos que cualquier otro ser humano, pero cada uno sabe el peso de sus cruces.
Tengo 36 años, desde que tengo uso de razón no he sido ni valorada ni querida por mi madre, esto hablado y aseverado por ella, no en vano acudí a terapia durante mucho tiempo; abandonada por mi padre, y no es que el haya desaparecido, sin embargo siempre fue un ser ausente, pero a el le he perdonado su ausencia, al menos si no, he tratado de vivir con ella.
Me casé a los 20 años con mi novio de la adolescencia, adicto desde que lo conocí, y condición que me enteré mucho tiempo después ya cuando el amor era demasiado para salir corriendo; salir corriendo no estaba permitido dentro de mi psiquis, ni de mi espíritu supongo. Tratamiento de por medio, tuvimos una hija, Camila, quien hoy tiene 15 años y a elegido vivir con su padre.
Durante los primeros cinco años de casada, todo marchaba “normal”, con los altos y bajos que puede tener cualquier relación, al cabo de esos cinco, quedo embarazada, yo creí que ambos habíamos buscado ese bebé, pero no, así que eso hizo que mi marido se fuera de casa al casi cuarto mes.
Con una hija pequeñita de cinco años y una panza que casi no pude disfrutar mas que conmigo, segui adelante. Y nació sofia, iluminandolo todo, aún hoy lo hace. Su padre no solo no la conoció hasta casi el año de edad, si no que también camila sufrió ese abandono, creo que parte del carácter que hoy tiene, que es fuerte e independiente, hasta el punto de convertirse en una roca ante el dolor de sus seres mas cercanos, tiene que ver con esto y con mi insistencia en que no sufriera por nada.
Dos años mas tarde vuelvo a formar pareja, con un ser aparentemente distinto, compañero, familiero; con el que desidimos tener un bebé, y cuando todo parecía recobrar el rumbo que alguna vez había soñado para mi vida, este ser abusa de mi hija menor.
Nuevamente mi vida se derrumba, juicio, carcel, los chicos en constantes tratamientos en el juzgado, y tomar conciencia de algo abominable, algo que uno no podía imaginarse nunca.
Tengo a mi hijo con mas miedos de los que ya tenía, incluso miedo de no quererlo. Cuando nació Agustín todo eso se disipó, solo mirarlo a los ojos fue una ráfaga de brisa tibia y maravillosa.
Y comencé una vez mas, con mis hijos por sobre todas las cosas, tratando de acomodar sus vidas y la mia. Empecé a necesitar darles una mayor estabilidad económica, mi amor era integramente para ellos.
Hasta ahora había vivido de mis ahorros, vendi mi auto, vendí casi todo lo que había en mi casa para vender. Y ya agotados los últimos restos de eso, salí a trabajar. Mis hijos estaban tranquilos, y felices.
Y ahí…creo que mi cuerpo se dio el permiso de aflojar, a los tres meses de encontrar trabajo, y es mas, de sentirme a gusto con el, creo que hice explosión, casi literalmente.
Ataques de pánico, crisis de angustia, psicóloga y psiquiatra. Algo mas?? Si, pero se convierte esto en algo demasiado largo.
Y asi sucesivamente, pasado ese momento, cuando vuelvo a recobrar las fuerzas, algo nuevo sucede, y vuelvo a caer de boca contra el piso.
Lo único cierto es que estos duelos son cada vez mas violentos pero mas cortos.
He trabajado muchisimo en la parte espiritual, creo en las energías, creo en Dios, me conecto fácilmente con todo aquello que alimente el alma; o lo hacía.
Aun en los momentos mas dolorosos, trato de ver siempre lo que aprendo de el, ver las maravillas que tiene el universo, y que esas maravillas son parte de mi y de todos.
Pero los fracasos, errores, desilusiones, me dejan sin fuerza cada vez mas.
Muchas veces a lo largo de mi vida sentí que no pertenecía a este mundo, y adaptarme a el realmente me resulta un sacrifico.
Se que soy una buena persona, que no hay mala intención para con nadie, lo se y me lo han hecho saber. He tenido a lo largo del camino gente que me ha acompañado, y dado amor; pero frases hechas como “todo vuelve, ya vas a ver”, o “tus hijos son sanos y felices”, o “acordate de com estabas antes”…ya ni me colman, ni me apaciguan las ganas de desaparecer.
Yo soy una persona sumamente agradecida, como dije antes, hasta he agradecido los peores momentos, porque de ellos he aprendido mucho.
Hoy siento y cada vez mas, que el paso por este terreno está cumplido; y esto es algo que no puedo compartir con la gente a mi alrededor que ya es poca, o mejor dicho, lo he compartido pero no saben comprender a que me refiero.
Y creo que es por eso que te escribo, porque estoy cansada, porque mi imagen de niña fuerte ayer y mujer fuerte hoy , no han hecho mas que agotarme mas, y sentir que jamas he podido delegar, y no porque no haya querido!!!
Hubo un tiempo en que no pedia ayuda y todos me decían …pedi!!!, cuando pedi, y esto me costo bastante, se espantaron…como iba a estar pidiendo yo, si yo estaba para dar no para pedir!!!
No quiero que esto suene a que soy una victima total, tal vez lo único que quiero es que alguien entienda que quiero descansar, y que si, he dado para recibir, “cosecharás tu siembra”, y mi siembra parece no llegar, y que si tengo que esperar 36 años mas para verla, prefiero irme en paz ahora.Puede sonar esto demasiado egoísta, por no pensar en los demás, y es que me he pasado la vida pensando en los demás. Y he pensado en mi también, tal vez hubiera querido que sea al revés. Que otro lo haga por mi.
A veces me rio sola y digo que soy de otro planeta!!! Al menos no creo ser para este mundo…
Marina 17/02/2009
Marina:
Son las 17:06 del 17 de Febrero, llegue, prendí la computadora y vi tu mail, lo primero que hice fue archivarlo, por que como me mandaste la carta como archivo adjunto y su titulo era "Creo que he perdido la fortaleza", supuse que era un texto extraído por vos de alguna fuente que por algún motivo entendías podía ser interesante para compartir con el grupo.
Como te decía, deje tu correo y me puse a hacer otras cosas, sin embargo por algún motivo sentí que debía leer el archivo adjunto y así fue, lo abrí, leí las primeras líneas y no pude parar hasta el final de la carta. Me tome unos instantes cuando comencé la lectura para ver si quien firmaba la carta era la misma persona que figuraba en el remitente del mail, y al ver tu nombre él resonó en mi mente, estaba leyendo justamente la parte en la que hablas del abandono por parte de tu padre.
Como mencione en varias oportunidades el agua tiene que ver con las emociones, y Marina indudablemente se relaciona con el mar y por ende con las emociones.
Escribo esto y desde hace mucho tiempo me refiero a los problemas de la vida como "surfear las olas", hace un tiempo en un curso de psicología espiritual al que asisto me referí de esta manera y nuestro maestro destaco la frase, ya que surfear es estar por sobre las aguas (las emociones), como flotando por sobre ellas, o mejor dicho deslizándose por sobre ellas.
Así como en su momento le respondí a Kristal que para mi seria imposible ponerme en tu lugar y hablarte desde ahí, ya que mi vida fue y es diferente a la tuya, esta vez siento además que no es lo que vos necesitas, ni tampoco lo que buscas.
Creo que por motivos que vos deberás descubrí, esta encarnación la viviste debiendo enfrentar situaciones extremadamente difíciles, lo que si te puedo contar es que me sentí identificado cuando comentas que a veces sentís que no sos de este mundo, por un lado por que ninguno de nosotros lo somos, ya que este planeta que habitamos es un escenario donde venimos a trabajar las emociones, pero no pertenecemos a este planeta, en realidad somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal, pero además de esto, me sentí identificado ya que en momentos de crisis importantes que atravesé en mi vida, me sentí literalmente al borde de la locura, esperando que mi corazón estallara y mi vida terminara de una vez por todas, o que mi cerebro colapsar y pasara el resto de mis días sin saber si quiera quien soy.
Ninguna de esas dos cosas sucedieron, por lo que debí darme cuenta que todas las fuerzas que ponía para luchar contra la corriente lo único que generaban era que cada vez me sintiera más lejos de la costa. Por algún motivo recordé una experiencia en el mar que viví alguna vez en Mar del Plata, cuando se me ocurrió ver la ciudad desde el mar y comencé a nadar buscando alejarme de la costa lo máximo posible para ver desde lejos como se veía esa ciudad, cuando lo logre descubrí una vista maravillosa, estaba fascinado, sentí que mi cuerpo se había cansado y busque el hacer pie cuando entendí que eso no era posible y que debía comenzar a regresar a la orilla, pero cada vez que braseaba para avanzar sentía que retrocedía, me di cuenta que la posibilidad de salir de esa situación se me iba de las manos y también sentí que nadie percibía el terrible peligro que mi vida corría, por ende decidí en primer lugar relajarme, hacer la plancha y dejar de esa forma que mis brazos descansen un poco junto, con mi cabeza.
Luego de algunos minutos me incorpore y para mi sorpresa parecía haberme acercado mas a la costa haciendo la plancha que nadando, entonces decidí comenzar a nadar tranquilamente en forma paralela a la orilla dándole una leve inclinación a mi recorrido, como resultado de esa experiencia salí del agua a 2 playas de la que había ingresado, pero salí.
Entendí que cuando uno esta inmerso en el mar de las emociones y se siente ahogado lo peor que hay es desesperarse, ya que lo único que se logra de esa manera es perder la única posibilidad que uno tiene, que es dominar la mente y desde la paz buscar la salida.
Acabar con tu vida no te serviría de nada, ya que si lo hicieras no abrías superado las pruebas que tenes que superar y por ende ellas se te presentaran en otra encarnación, sumando además karma, en fin, creo que la ecuación da negativo.
Creo que mis palabras no pueden ser para vos diferentes a las que he dirigido a Kristal o a las personas que me han consultado comentándome situaciones traumáticas como estas. Venimos a trabajar las emociones, y lo que vivimos tiene que ver con cuestiones que no resolvimos en vidas anteriores o procesos que en esta vida tampoco comprendimos, aceptamos y perdonamos.
No se por que te digo todo esto, por que en tu relato no estas solicitando nada, ni una respuesta, ni una ayuda, nada, relatas tu vida y luego decís "tal vez lo único que quiero es que alguien entienda que quiero descansar, y que si, he dado para recibir, "cosecharás tu siembra", y mi siembra parece no llegar, y que si tengo que esperar 36 años mas para verla, prefiero irme en paz ahora. Puede sonar esto demasiado egoísta, por no pensar en los demás, y es que me he pasado la vida pensando en los demás. Y he pensado en mi también, tal vez hubiera querido que sea al revés. Que otro lo haga por mi." Si eso es lo que necesitas, muy bien, te entiendo.
Creo, con cierto temor a pecar de prejuicioso que quizás no le estas pidiendo ayuda a dios, si no a personas que crees que pueden ayudarte, y en realidad quien puede ayudarte es él y para eso, es necesario que dejes de lado tu coraza de niña dura o de mujer dura, para que en silencio, desde la entrega, desde la paz, le pidas a dios que te ilumine para entender el por que de las experiencias que viviste y vivís, y que le entregues todas las preocupaciones que tenes hoy en día y que son las que te hacen pensar de la forma en la que pensas.
No te juzgo, no se si yo podía haber resistido todo lo que vos resististe en esta encarnación, aunque creo que todos pasamos por todo y que seguramente en la historia de mi evolución viví situaciones tan traumáticas como las que relatas o incluso mas traumáticas aun.
Te mando mucha luz, si lees con calma mi mensaje descubrirás que esta escrito desde el amor, desde el deseo de ayudarte a que te sientas mejor, espero que así sea, que esta respuesta te sirva para entender que no estas sola, que lo que te pasa nos pasa a todos, con la diferencia que a cada uno se nos presentan escenarios acordes a nuestra capacidad de entender, de ver, de abrir los ojos y poder analizar lo que nos sucede para saber donde esta lo que venimos a trabajar, entenderlo, internalizarlo y crecer.
Te mando un beso grande, un fuerte abrazo, que por sobre todo, creo que es lo que necesitas de un ser humano encarnado, alguien que te abrace fuertemente, en silencio, y que te permita sentir que a pesar de lo que tu mente te diga, no estas sola.
Mucha luz para vos, mucha paz para vos, que dios te bendiga, te bendigo en el nombre de dios.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
Pd: Puede que después de enviarte estas líneas me surjan nuevas cosas, a veces me tomo algo de tiempo antes de responder para que la respuesta madure mas, en este caso prefiero responderte pronto y en todo caso después sumar algún comentario, si es que sucediera esto, ya que creo que estas en un momento de desesperación e imagino que esperaras ansiosa alguna respuesta.
18/2
Gracias, por tu amor, gracias por tus palabras regaladas desinteresadamente, gracias por ese abrazo tremendamente necesario para mi en este momento.
Marina